10 claves para adelgazar con productos naturales

Ya dio el primer paso: ¡ha decidido adelgazar! Sólo necesita voluntad, grandes dosis de optimismo y buenas recetas contra el desaliento.


1. No hay nada peor para la autoestima que levantarse con la intención de adelgazar y acostarse con el consabido “mejor la próxima semana”.
Haga una lista de las razones que tiene para bajar de peso y, si realmente la convencen, póngase una fecha de comienzo del régimen y otra de final, con objetivos logrados.

2. ¡Olvídese de las dietas milagrosas! El pomelo puede ser una fruta con pocas calorías, pero una dieta de tres días a base de pomelo es pan para hoy y hambre para mañana. Adelgazar sin arriesgar la salud física y mental requiere un tiempo. Recuerde: la única comida que no engorda es la que queda en el plato.

3. Mastique bien los alimentos y tómese su tiempo para saborearlos.

4. Cuanto más sepa sobre las virtudes de los nutrientes y las necesidades del organismo, más capaz será de juzgar sus propios hábitos alimenticios y cambiarlos. Así es que entréguese a la lectura completa sobre dietética.

5. Comenzar un régimen responde a una necesidad de cambio.
Quizás sea el momento también de renovar la imagen. El cambio en el clóset puede ser gradual, según vaya perdiendo peso. ¡Es un excelente estímulo!

6. Hay una norma infalible para no sucumbir a los poderosos encantos de los alimentos prohibidos en una dieta: elimínalos de tu lista de compras. “Ojos que no ven, corazón que no siente”.

7. Los especialistas no se cansan de advertir sobre la relación que hay entre las enfermedades actuales y la mala alimentación. Las dietas pueden ser la oportunidad precisa para comenzar a variar los hábitos alimenticios de toda la familia. No significa que los demás deban comer lo mismo que usted, pero sí podrían aprovechar el mayor surtido de comida sana y natural que habrá en la cocina.

8. Hay ciertas palabras que arrastran cargas sicológicas demasiado negativas. Régimen es una de ellas. Para muchas personas, pensar que están a dieta simboliza limitaciones, restricciones, privaciones, amargura y descontento. Destierre el vocablo de su vida, por lo menos durante el período que dure, y hágase a la idea de que en realidad está comiendo lo que mejor le sienta a su cuerpo.

9. La balanza puede ser su mejor amiga, pero también la peor si hace mal uso de ella. Evite pesarse cada día para saber cuánto ha adelgazado. Es mejor pesarse una vez a la semana y siempre en la mañana.

10. No se salte ninguna comida. Prescindir de una comida no la va a hacer adelgazar más rápidamente. Al contrario, el cuerpo toma nota de esta omisión y hace acopio de reservas en el almuerzo siguiente. Los buenos regímenes normalmente están pensados para aportar las dosis necesarias de vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono y grasas esenciales que el organismo necesita.


Como Adelgazar?

La clave para adelgazar reside en no renunciar al placer de platos ligeros y sabrosos que puedan compartirse con el resto de comensales.

Uno de los propósitos más populares que se plantean millones de personas al comenzar el año nuevo es adelgazar. Pocos meses después, la mayoría se da cuenta, no sin cierta sensación de frustración y fracaso, que ésta es una de las metas más difíciles de conseguir en la vida. Es conveniente centrar la atención tanto en el peso como en el volumen y, para conseguirlo, no se trata de quitar esos kilos de más a golpe de martillo, sino de aprender a adelgazar. La alianza entre la voluntad y la ciencia es fundamental para perder grasa corporal. El éxito está en la disciplina.

Cuando, cómo y qué comer

Comer es una función cerebral compleja que comprende aspectos químicos, fisiológicos, psicológicos, emocionales, culturales y educacionales. Cualquier dieta hipocalórica estándar limita el acto de alimentarse en muchos de estos aspectos no sólo a nivel cuantitativo, sino también cualitativo. Una dieta disociada, hiperproteica o cualquier otra dieta milagro rompe con la cultura inmersa en los hábitos alimentarios de cada individuo. Por este motivo, vale la pena aprender a adelgazar de forma individual, contemplando una nueva forma de comer de forma sana y equilibrada y que sirva de herramienta saludable para utilizar a lo largo de los años. Comer bien adelgaza y comer mal engorda. La clave reside en adelgazar sin renunciar al placer de platos ligeros y sabrosos que puedan compartirse con el resto de comensales, sin tener que estar «de régimen» la mitad de la vida.


Conviene perder la grasa corporal y el exceso de líquidos atendiendo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, de forma paulatina y lentamente (de 500 gramos a 1 kilo por semana). El hecho de tomar menos kilocalorías diarias no es suficiente para conseguir la meta. La energía proveniente de los alimentos debe distribuirse en cuatro o cinco ingestas diarias para mantener a raya la glucemia e impedir que el exceso de glucosa se transforme en grasas inoportunas. Además, es fundamental comer lentamente, hábito que mejora la digestibilidad de los alimentos; hace comer menos, ya que da tiempo a que aparezca la sensación de saciedad en el cerebro; y permite conseguir un constatado beneficio psicológico al respetar el ritmo de un acto con el que se debe disfrutar.

Toda pérdida de peso corporal debe sustentarse en tres puntos básicos: alimentación equilibrada e hipocalórica, ejercicio físico continuado y una relación saludable con la comida. La pregunta a qué comer cada día no tiene que representar un problema. Lo básico es seguir unas pautas dietéticas coherentes que aseguren un aporte nutricional suficiente y que no sean muy distintas a lo que comeremos de forma habitual en casa. Comenzar las comidas y las cenas con un caldo de verduras o un vaso de agua ayuda a ocupar espacio en el estómago sin reportar calorías, de manera que habrá menos sitio para el resto de alimentos. Así llegará antes la sensación de saciedad.

— Toda pérdida de peso debe sustentarse en una alimentación equilibrada, ejercicio físico y una relación saludable con la comida —

Es interesante que el plato de comidas y cenas incluya, al menos, un alimento rico en hidratos de carbono (patatas, legumbres, pasta, arroz o pan), otro rico en proteínas (carnes, pescados o huevos) y una verdura o una ensalada para aportar fibra al organismo, además de vitaminas y minerales indispensables para el buen funcionamiento orgánico. Para los postres, una fruta de la estación o un lácteo desnatado serán el colofón nutricional perfecto para hacer que la comida y la cena sean equilibradas.

Ayuda profesional

La obesidad es un aumento del peso corporal por acumulación anormal de grasa, que supera el peso ideal teórico (relación constitución/talla-peso) a consecuencia de un desequilibrio entre la formación y la utilización de grasa en el organismo. Es un síndrome (cuadro clínico complejo con muy diferentes causas) que presenta signos y síntomas concretos y que supone un gran riesgo sanitario.

Las estadísticas que salen a la luz desde múltiples organismos acreditados a nivel de salud pública constatan que la media de duración de vida de las personas obesas y de las personas con sobrepeso es significativamente menor a la de las que presentan un peso normal. A esto se suma que la mortalidad por diabetes, cirrosis hepática, apendicitis, litiasis biliar y accidentes cardiovasculares es prácticamente el doble de alta en las personas con exceso de peso. Por todos estos motivos, es necesaria la ayuda de un equipo interdisciplinar que diagnostique las causas concretas de la obesidad o el sobrepeso y que dibuje terapéuticamente un camino asequible para el individuo que tiene que adelgazar.

En el área de la alimentación, el nutricionista es el profesional que se encarga del entrenamiento dietético y del diseño de una herramienta alimentaria individualizada. Por otro lado no se debe olvidar que la causa de sobrepeso y obesidad es, en un alto porcentaje de casos, una relación insana con la alimentación, de origen psicológico (vivencia de tensión) o psicopatológico (trastornos de la conducta alimentaria). En estos casos, además de la ayuda del médico y del nutricionista, se requiere orientación psicológica y psiquiátrica.

Peso y volumen

Adelgazar es cuestión de que tanto la aguja de la báscula como la hebilla del cinturón se vayan desplazando hacia la izquierda, es decir, es un proceso que requiere bajar de peso y también de talla, sobre todo de perímetro abdominal.

Además de eliminar grasa y azúcares de la dieta, para disminuir el volumen corporal conviene hacer cambios en la cocina, sustituyendo la sal por otras opciones que aderecen platos como el limón, las hierbas aromáticas, el vinagre y las especias. También conviene beber al menos dos litros de agua al día. Así se ayuda al trabajo renal y se evita la retención de líquidos. La sensación de hinchazón del abdomen en períodos de adelgazamiento, durante los cuales se comen más vegetales, puede deberse a problemas de flatulencia. Las verduras más flatulentas son la lechuga, la alcachofa, las coles, el brócoli, el pepino, la cebolla y los rábanos. Se debe prescindir de estas verduras puntualmente hasta observar menos hinchazón.

Productos Naturales para perderPeso

CONSUMER EROSKI ha estudiado 12 productos que dicen ayudar a perder peso cuyo canal de venta son las farmacias y que son publicitados en los medios de comunicación, además en las propias farmacias. También se ha comprobado el fundamento científico de los 14 complementos alimenticios (la mayoría, plantas medicinales) en los que se basan para avalar su eficacia estos productos para adelgazar. Los estudiados son: Linexyl; Fat away; Obegrass; Admagra Forte; XLS -kilos -centímetros; Lipo Redur Siken Form; Lipograsil; Cola de Caballo; 4.3.2.1.en línea; Glucomanano; Delgatinas SuperDiet y Elifexir Sacian-T.

Los 14 complementos alimenticios en que se basan estos productos para adelgazar son: Alcachofa, Cafeína y Polifenoles, Calcio Cáscara sagrada, Chitosan, Citrus aurantium, CLA-ácido linoléico conjugado, Cola de caballo, Fucus vesiculosus, Fructooligosacáridos, Glucomanano, L-carnitina, Nopal y Té verde).

Durante los meses de mayo y junio, se visitaron varias farmacias de Pamplona y Girona, y se adquirieron productos vendidos en ellas que se anuncian como adelgazantes o inducen a pensar que lo son o, por ejemplo, dicen “servir al adelgazamiento o pérdida de peso o pérdida de grasa”. Los 12 incluidos en el informe figuran entre los más vendidos y se puede adquirir sin receta médica y se ingieren por vía oral independientemente del tipo de presentación (sobres, cápsulas, comprimidos o pastillas, bebibles).

La investigación de CONSUMER EROSKI ha comprobado que la eficacia en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad de los 12 productos para “perder peso” no se basa en evidencias científicas sólidas que sustenten sus mensajes publicitarios ni el marketing que los envuelve. La razón: los resultados de los estudios que asocian el efecto en la reducción del peso corporal o en la disminución de la grasa corporal de los 14 complementos alimenticios analizados en los que los productos basan su eficacia no son convincentes ni, menos aún, concluyentes. Y ello porque la mayoría de sus efectos fisiológicos no han sido debidamente comprobados ni se ha contrastado de manera suficiente su calidad, seguridad y eficacia.

Sólo uno de estos 14 complementos alimenticios, el glucomanano, puede mostrar una cierta evidencia científica de su capacidad: que puede ayudar en la pérdida de peso por su efecto saciante y reductor del apetito. Para investigar la efectividad y eficacia de los complementos alimenticios que contienen los productos estudiados, se ha desarrollado una extensa y exhaustiva búsqueda en la literatura científica de las bases de datos acreditadas (Medline Pubmed, Cochrane Library, Embase). Por su mayor peso científico, sólo se han tenido en cuenta los estudios doble ciego aleatorizados (para comprobar el efecto placebo) con potencia estadística relevante, las revisiones sistemáticas y los meta-análisis, referidos a la efectividad de los complementos alimenticios más relevantes o abundantes en estos productos para ayudar a “perder peso”.

El complemento alimenticio que más se repite en la composición de estos productos son los polifenoles de distintas plantas (té verde, cacao…), presente en la mitad de ellos. El té verde es el siguiente más común (en 4 de los 12 productos); así como el extracto de alcachofa y los fructooligosacáridos, ambos en tres productos. La mitad de los productos estudiados contienen más de 3 complementos alimenticios distintos, y la combinación de té verde, extracto de alcachofa y polifenoles es la más común.

La información al consumidor que ofrecen en sus envases y/o prospectos o folletos no está rigurosamente contrastada. Sólo 8 de los 12 explican que se trata de un complemento a una dieta de adelgazamiento y que como tal no puede sustituir a ésta en la pérdida de peso. Del resto, los mensajes que aparecen en los envases aludiendo su capacidad de “absorber grasa”, “reducir la grasa”, “quemar grasa”, “quemar calorías” o su “efecto saciante”, propician la interpretación de que se trata de un producto que sirve para adelgazar.

Sólo uno ofrece información sobre sus posibles efectos secundarios o reacciones adversas, y siete no informan de sus

contraindicaciones, pese a que son innegables. Así, los que llevan chitosan deberían advertir que se trata de un derivado del marisco y se ha de tener precaución si se tiene alergia al marisco. De los dos que contienen chitosan, sólo uno hace la advertencia. Respecto al té verde, puede provocar toxicidad en el hígado e interaccionar con distintos medicamentos, por lo que está contraindicado en diversas circunstancias. A pesar de ello, estas advertencias no aparecen en ninguno de los cuatro productos que tienen té verde. El uso de glucomanano no está exento de contraindicaciones y efectos secundarios, pero no por ello queda reflejado en los dos productos que lo contienen; uno de ellos, además, está compuesto exclusivamente de glucomanano. El consumo de complementos dietéticos que lleven Fucus vesiculosus, al ser fuente de yodo, se ha de hacer siempre bajo recomendación facultativa, dado que su uso indiscriminado puede provocar alteraciones de la glándula tiroides. A pesar de ello, uno de los dos productos para adelgazar que llevan este compuesto no advierte de esta contraindicación.

Aunque los doce indican el modo de empleo, tan sólo dos advierten de la duración del tratamiento, del tiempo durante el que se recomienda tomar el complemento para que conseguir el objetivo. En cuanto al precio, va desde los poco más de 5 euros de un producto que dura unos 20 días hasta los 31 euros del más caro, que sólo dura 10 días.

Ante la falta de evidencia científica sobre la efectividad y seguridad de los complementos alimenticios o suplementos dietéticos para perder peso, la conclusión es que NO PUEDEN SER RECOMENDADOS para tal fin.

Historia de una Dieta Vegetariana

El autor George Bernard Shaw trató de hacerse vegetariano a los veinticinco años.

Como explica en su biografía: “fue Shelley quien me abrió los ojos y me hizo ver lo enormemente cruel que era mi dieta”. Los médicos le advirtieron que aquella dieta le causaría la muerte. Cuando, ya anciano, alguien le preguntó porqué no había vuelto a aquellos médicos para que vieran lo bien que le había sentado, contestó: “Me hubiera gustado hacerlo, lo malo es que murieron hace años”. En otra ocasión le preguntaron como se las arreglaba para tener un aspecto tan joven a su edad. “No es exacto contestó Shaw -. Yo aparento la edad que tengo. ¡Son los demás los que parecen más viejos! “¿ Qué otra cosa podríais esperar de gente que se alimenta de cadáveres?.” Acerca de la relación entre comer carne y la agresividad del hombre ,

Shaw escribió: “El domingo oramos que la luz ilumine nuestro camino. Estamos cansados de guerras, no queremos más combates, pero, sin embargo, nos atiborramos de cuerpos muertos.”
Issac Bashevis - Nobel de Literatura - “Lamento no haberme hecho vegetariano antes, pero más vale tarde que nunca. Somos criaturas de Dios y no tiene sentido que le pidamos a él justicia y misericordia, si después continuamos comiendo carne de animales porque han sido matados porque nosotros así lo quisimos. Incluso si se demostrara científicamente de que la carne es un alimento bueno, yo no la comería”
Egipto :Los sacerdotes seguían una dieta vegetariana para poder mantener el voto de castidad. Rechazaban también los huevos que consideraban “carne liquida”.

Antiguo Testamento : La base del Judaísmo, hace algunas referencias al consumo de carne, aclara también que la situación ideal es el vegetarianismo. En el Génesis (1.29), Dios dice : “He aquí que te he dado toda hierba con su semilla, y todos los árboles que pueblan la tierra, con su fruto, que contiene la semilla de todo árbol, para que te sirvan de alimento”. Al comienzo de la creación, según la Biblia, parece que ni siquiera los animales se alimentaban de carne. En el Génesis (1.30), Dios dice : “Y a todos los animales de la tierra, a todos los pájaros del cielo, a todos los seres que se arrastran por el suelo, allí donde exista una forma de vida, a todos ellos. Yo le he dado toda clase de hierba para alimentarse; y así sea”.

También en el Génesis (9. 4) Dios prohibe directamente la carne: “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comerás. Y sabe cierto que reclamaré la sangre de tu vida, y la reclamaré por mano de todo animal”.

En los últimos libros de la Biblia, también los profetas condenan el consumo de carne. Isaías (1. 5) afirma : Dios el Señor: Me habéis sacrificado gran número de ovejas y de bueyes, pero a Mi no me complace la sangre de las vacas , de los corderos y de las cabras; cuando alzáis las manos, Yo aparto los ojos de vosotros, y cuando oráis no os escucho, porque vuestras manos están manchadas de sangre.”. Según Isaías (66. 0 ), matar vacas es un pecado particularmente grave: “Aquel que mata a un buey, peca como el que mata a un hombre”.
La Biblia presenta también la historia de Daniel, quien, prisionero en Babilonia, se negó a comer la carne que le ofrecían los carniceros, y prefirió alimentarse de sencillas comidas vegetarianas.
Muchos cristianos se dejan confundir por algunos pasajes del Nuevo Testamento en que se dice que Jesucristo comió carne. Pero estudios detallados de los antiguos manuscritos griegos han revelado que las palabras traducidas como “carne” son trophe y brome, que solamente significan “alimento” o “el acto de comer” en sentido amplio.

Por ejemplo, en el Evangelio de San Lucas (8. 55), se lee que Jesús resucitó a una mujer y “ordenó” que le diesen “carne”. La palabra griega original traducida como “carne”, es phago, que significa solamente “comida”. Por lo tanto lo que Jesús dijo realmente es : “Dadle de comer”. La palabra “carne” en griego es kreas, y nunca se utilizó en relación con Jesucristo. En el nuevo testamento no se dice en ningún momento que Jesús hubiera comido carne. Esto, por lo demás, coincide con la famosa profecía de Isaías acerca del advenimiento de Jesús : “Una virgen concebirá y dará luz un hijo, y su nombre será Emmanuel. Comerá mantequilla y miel, porque sabrá rechazar el mal y elegir el bien”.

Clemente de Alejandría,
uno de los padres de la Iglesia, recomendaba una dieta sin carne, citando el ejemplo del Apóstol Mateo que “ se alimentaba de semillas, frutos secos y vegetales, sin carne. San Jerónimo, otro de los padres de la antigua iglesia cristiana, que describió la versión latina autorizada de la Biblia que todavía hoy se usa, escribió : “Cocinar vegetales, frutas y legumbres es fácil y económico”. San Gerónimo sugería esa dieta a quien quería consagrar su vida a la búsqueda de la sabiduría. San Juan Crisóstomo consideraba el comer carne cruel y antinatural por parte de los cristianos: “ Nos comportamos como lobos, como leopardos …peor incluso que ellos; porque la naturaleza ha dispuesto que ellos se alimenten de ese modo, pero nosotros, que hemos recibido de Dios la palabra y el sentido de la justicia, nos hemos vuelto peores que las fieras salvajes”. San Benito, fundador de la orden Benedictina en el año 529 d. de C., estableció para sus monjes una dieta vegetal.

También a los trapenses les fue prohibido, desde su fundación en el siglo XVII, el comer carne y huevos.
Si bien el Concilio Vaticano II relajó esas normas, en la actualidad todavía son muchos los monjes trapenses que siguen la regla original. Es, sin embargo bastante sorprendente que en muchos monasterios trapenses se crían animales para enviarlos al matadero como medio de financiación.
También la Iglesia Adventista recomienda a sus seguidores que sean vegetarianos. Pocos lo saben pero la enorme industria americana de “productos para el desayuno”, nació en un balneario dirigido por el Dr. Jhon

H. Kellogg,
que investigaba constantemente nuevos desayunos a base de productos vegetales para los ricos pacientes del balneario. Así preparó los primeros copos de maíz, que, más tarde distribuyó por todo el país. Con el paso de los años, el Dr. Kellogg fue poco a poco separando sus negocios de la iglesia adventista, y de ese modo fundó la industria que todavía hoy lleva su nombre.

El país con mayor cantidad de vegetarianos en la actualidad es la India,
patria del budismo y el hinduismo. El budismo nació como reacción al exterminio de animales que se estaba llevando a cabo con el perverso pretexto de realizar rituales religiosos. Buda puso fin a esas prácticas y propuso su doctrina de ahimsá, es decir, de la no violencia.

Las Escrituras Védicas de la India, que se remontan a épocas anteriores al budismo, subrayan la importancia de la no violencia como fundamento ético del vegetarianismo. La Manu - samhita, antiguo código de leyes hindú, establece :
“Para obtener la carne, es siempre necesario herir a un ser vivo, lo cual es un grave impedimento para alcanzar la bienaventuranza celestial; por lo tanto, hay que abstenerse de comer carne”. En otro pasaje, la Manu - samnitha dice : “Habida cuenta del desagradable origen de la carne y de la crueldad de aprisionar y matar seres vivos, es necesario abstenerse de comer carne”.
El Gran Maestro Espiritual Srila Prabhupada, fundador del movimiento Hare Krsna explicaba : “En la Manu - samhita se establece el principio de que una vida vale una vida, principio que se sigue prácticamente en todo el mundo.

Existen leyes similares que sostienen que incluso quien mata a una simple hormiga es culpable de ello. Puesto que no podemos crear, no tenemos derecho a quitar la vida a ningún ser vivo, y, por lo tanto, las leyes humanas que hacen diferencias entre matar a un hombre y matar a un animal son imperfectas… Según las leyes de Dios, matar a un animal es tan grave como matar a un hombre.
Quien hace la diferencia entre ambas acciones está inventando sus propias leyes. Incluso en los Diez Mandamientos se prescribe : “No matarás”. Esa ley es perfecta, pero la gente la interpreta en forma equivocada, pensando : “No mataré a ningún hombre, pero puedo matar a los animales”. Quienes así razonan se engaña a sí mismo y crean dolor para ellos y para los demás”.
Llamando la atención sobre el concepto védico de la “unidad de todo lo creado”, Srila Prabhupada concluye : “Todos somos criaturas de Dios, sea cual sea el cuerpo en que vivamos , el traje que vistamos. Dios es el padre supremos de todos. Un padre puede tener muchos hijos, unos inteligentes y otros no, pero si un hijo inteligente dice al padre: “Mi hermano no es muy inteligente, voy a matarlo”,¿ creéis que el padre va a estar de acuerdo?. Del mismo modo, si Dios es nuestro padre supremo, ¿porqué iba a concebir que matemos a los animales que también son hijos Suyos?”.

Querido lector debe Ud. comprender de que: sí existe una necesidad en aportarle la mayor cantidad posible de información y argumentos al respecto de este tema, en razón no solo de la importancia relativa a la salud sino también al ser consciente de las connotaciones particulares que tiene nuestro país con una cabaña bovina que supera en el doble al número de habitantes y un fuerte “marco social - alimenticio”, sostenido por una fuerte industria, en que se desenvuelve la sociedad Argentina.

Aún cuando existen muchas más razones y argumentos para continuar aportando al tema; dejo abierta la puerta a la inquietud personal de cada uno de ustedes , para lo cual me pongo personalmente a su disposición.

El actual estado de cosas en materia alimentaria hace pacible a nuestra población de sufrir no solo enfermedades en todos los frentes, sino también la exposición a otro tipo de sufrimientos por la matanza de animales, que como Ud. bien podrá deducir no solo a través de la lectura sino también de su actual “estado de consciencia”, estado que es individual e independiente de su estudio y/o la formación técnica que posea; “estado” que depende exclusivamente de su espíritu, el que a su vez está en dependencia de lo “Superior”.

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