El cuerpo almacena dos tipos de grasa: la blanca y la parda o marrón. La primera es la clásica de la zona abdominal y los llamados “michelines”, tal como se llaman a los "rollitos de la cintura" en algunos países hispanos.
La grasa marrón se localiza generalmente en la zona del cuello, hombros y grandes vasos del tronco, y es usada por el organismo para quemar energía y por ello, aunque parezca imposible, ayuda a prevenir la obesidad, según explican los expertos.
Un estudio recientemente publicado en la revista Nature Medicine reporta que investigadores de Estados Unidos descubrieron cómo hacer que la grasa blanca asumiera las características de la grasa marrón, al bloquear el metabolismo de la vitamina A en la primera.
"Los mecanismos que podrían permitir que la grasa blanca asuma las características de la grasa marrón, han estado recibiendo una creciente atención como posible forma de tratar la obesidad y sus complicaciones", aseguró el líder del estudio, doctor Jorge Plutzky en un comunicado de prensa del Hospital Brigham and Women's de Boston. El experto es director del Programa de Prevención de la Enfermedad Vascular del hospital y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.
¿Qué es la grasa marrón?
La grasa marrón es un tejido cuya función principal es producir calor, ya sea para lograr la regulación térmica del organismo o para lograr un balance de energía. Se la considera una "grasa buena", ya que 50 gramos de ella permiten quemar unas 500 calorías diarias, que equivalen a una hora de ejercicio aeróbico. Los niños tienen este tejido que ayuda a regular su temperatura corporal, y se creía que con la edad se transformaba en grasa blanca. Hoy se sabe que también está presente en los adultos, aunque en menor cantidad, y se podría utilizar en tratamientos contra la obesidad.