Esa búsqueda terminó triunfalmente esta semana cuando se pasó en el Senado una iniciativa de ley, de cuyo proceso de aprobación en la Cámara de Representantes él estuvo pendiente.
La iniciativa establecería nuevas normas nutrimentales para las escuelas que prohibiría efectivamente la venta de bocadillos chatarra, refrescos y otras bebidas azucaradas, como las así llamadas deportivas.
“Allá por 2000, estaba en un programa de televisión por cable en Newton”, dijo Koutoujian, un demócrata de Waltham.
“Me preguntaban lo que era importante para mí. Dije cosas como educación, seguridad pública y obesidad infantil. Una colega pidió a una amistad que la llamara y dijo: ¿Por qué está Peter Koutoujian en la televisión hablando sobre chicos gordos? ¿Fue uno?”.
“Se burlaron de Koutoujian en esos primeros años de la campaña. Compañeros políticos escondían humorísticamente alimentos grasosos detrás de la espalda cuando lo veían acercarse. Siempre fue en broma”, dijo Koutoujian.
Se me llegó a conocer como la policía sanitaria, al grado que uno de mis mayores temores fue que habría este momento en el que me fotografiaran saliendo de la Cámara estatal con un puro en una mano y un Twinkie en la otra.
APROBACIÓN
Como sabemos, la obesidad dejó de ser un asunto de risa, y ha explotado a tal grado que hoy dos tercios de los adultos estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos. A medida que la obesidad en adultos más que se duplicó en las últimas cuatro décadas, la obesidad en adolescentes más que se triplicó, lanzando una ola sin precedente de diabetes juvenil y graves preocupaciones sobre enfermedades cardíacas prematuras y algunos cánceres.
Con las tendencias actuales, algunos investigadores dicen que la expectativa de los niños de hoy será la primera en la época moderna en ser menor a la de sus padres.
Las tendencias fueron suficientes para que la presidenta del Senado estatal, Therese Murray, las declarara una crisis.
La legislación pasó por su oficina 37 a 0 tras ser aprobada en la Cámara de Representantes por 152 a 4.
La legislación alienta a las escuelas a usar productos locales junto con normas nutrimentales cada vez más altas.
Hace más que lanzar a Massachusetts al liderazgo nacional por hablar con toda firmeza contra los cabildeadores de la comida chatarra y las bebidas, así como a los distritos escolares tan adictos al patrocinio corporativo que lo ponen por delante de la salud pública: también colocó al estado como un modelo de conducta para un EU más delgado.
En términos relativos, siempre hemos sido un estado en mejor forma. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, somos el segundo estado menos obeso del país, sólo después de Colorado. En éste, 18.5% de los adultos es obeso en comparación a 20.9% en Massachusetts. Seis estados, mayormente en el sur, han cruzado la barrera de 30% de obesidad.
EDUCACIÓN FÍSICA
Koutoujian sabía que la posición de Massachusetts ofrecía poco alivio. Hace apenas 14 años, cada estado estaba por debajo de 20% de obesidad.
También sabe que mejorar la dieta en las escuelas es solo una victoria parcial, ya que a la epidemia de obesidad también la alimenta nuestro estado sedentario sin precedente.
La peor parte es el tiempo pantalla, pero las escuelas han hecho su parte al eliminar la educación física al paso de los años.
Koutoujian lamenta cómo su infancia de juegos callejeros espontáneos y en el patio se han evaporado casi completamente en un mundo en el que las familias acaudaladas transportan a sus hijos a cada práctica deportiva y las de menores ingresos los mantienen alejados de las calles por temor.
“Eso hace que las escuelas sean un lugar más importante que nunca antes para promover la actividad física y la educación para estar en forma”, explicó.
La medida aprobada por el Senado demanda una evaluación de los programas de educación física. “Tenemos que empezar a plantear preguntas sobre la prolongación del día escolar, y dejar de hablar en formas que siempre terminan siendo sobre dinero. Demasiadas personas consideran reincorporar la educación física a las escuelas como un mandato sin fondos”.
Al hacer del combate contra la obesidad su mandato personal, Koutoujian le ha hecho un favor a la Mancomunidad. La lucha comenzó con los escépticos que suponían que Koutoujian estaba peculiarmente motivado por pesadas cargas infantiles.
Terminó en una legislación muy importante para ayudar a los niños de hoy a evitar lo que se ha convertido, literalmente, en una de las cargas más pesadas del país.
