Durante décadas, muchos doctores advertían que el levantamiento de pesas y objetos podría causar una hinchazón dolorosa en los brazos de las mujeres que padecieron cáncer de mama, pero ahora una investigación muestra que ese ejercicio ayuda a prevenir estas molestias.
“¿Cuántas generaciones de mujeres escucharon consejos para evitar levantar objetos pesados?”, dijo el doctor Eric Winer, encargado de cáncer de mama en el Centro de Cáncer Dana Farber de Boston.
“Las mujeres que levantaron pesas en el estudio tenían menos problemas en los brazos porque tenían un mejor tono muscular”.
El estudio fue dirigido por Kathryn Schmitz, una especialista del deporte en la Universidad de Pensilvania, y el gobierno federal lo patrocinó.
Los resultados serán publicados en la revista “New England Journal of Medicine”. Más de 2.4 millones de estadounidenses han sobrevivido al cáncer de mama y el estudio podría significar una gran diferencia en su calidad de vida. La hinchazón en los brazos causada por el tratamiento del cáncer es uno de muchos de los padecimientos que al parecer se mejoran con el ejercicio, dijo Schmitz.
“Hace 50 años le decíamos a las personas que habían tenido un paro cardiaco que no hicieran más ejercicio y a las personas con dolores de espalda que permanecieran en cama”, dijo Schmitz. “Era un consejo bien intencionado, pero era completamente opuesto a la verdad”. Las mujeres que han recibido radiación en la axila o a las que les han retirado los ganglios linfáticos para revisar si tienen cáncer pueden sufrir de linfedema, una acumulación de fluidos que causa una hinchazón dolorosa y poco estética en los brazos y las manos. Para evitarlo, los médicos recomendaban a las mujeres que evitaran utilizar el brazo afectado, cargar bebés o bolsas pesadas y fregar pisos.
Las actividades como el golf y el tenis también eran poco recomendadas. Levantar pesas, que mejora el ánimo, la masa muscular, la fuerza en los huesos y el control de peso, era considerado poco recomendable para las mujeres con tendencia al linfedema. Schmitz realizó un estudio pequeño para poner a prueba esa noción hace varios años y descubrió que levantar pesas no empeoraba el linfedema. Su nuevo estudio es el primero de gran escala y suficientemente largo para dar una prueba clara de que esto es así, e incluso sugiere que este deporte puede ser de ayuda. Su estudio involucró a 141 mujeres que padecieron cáncer de mama y habían tenido linfedema.
A la mitad se les indicó que no cambiaran sus hábitos de ejercicio y al resto les dieron clases de levantamiento de pesas por 90 minutos dos veces a la semana, durante 13 semanas. Las mujeres continuaron después el entrenamiento por su cuenta durante 39 semanas. Cada mes se les medían los brazos y después de un año un menor número de las que se ejercitaban habían tenido incidentes de linfedema: 14% en comparación con el 29% de las otras. Las mujeres que levantaban pesas reportaban menos síntomas y tenían una mayor fuerza, mientras que los niveles de variación en el tamaño de los brazos por la hinchazón eran similares en ambos grupos.
“¿Cuántas generaciones de mujeres escucharon consejos para evitar levantar objetos pesados?”, dijo el doctor Eric Winer, encargado de cáncer de mama en el Centro de Cáncer Dana Farber de Boston.
“Las mujeres que levantaron pesas en el estudio tenían menos problemas en los brazos porque tenían un mejor tono muscular”.
El estudio fue dirigido por Kathryn Schmitz, una especialista del deporte en la Universidad de Pensilvania, y el gobierno federal lo patrocinó.
Los resultados serán publicados en la revista “New England Journal of Medicine”. Más de 2.4 millones de estadounidenses han sobrevivido al cáncer de mama y el estudio podría significar una gran diferencia en su calidad de vida. La hinchazón en los brazos causada por el tratamiento del cáncer es uno de muchos de los padecimientos que al parecer se mejoran con el ejercicio, dijo Schmitz.
“Hace 50 años le decíamos a las personas que habían tenido un paro cardiaco que no hicieran más ejercicio y a las personas con dolores de espalda que permanecieran en cama”, dijo Schmitz. “Era un consejo bien intencionado, pero era completamente opuesto a la verdad”. Las mujeres que han recibido radiación en la axila o a las que les han retirado los ganglios linfáticos para revisar si tienen cáncer pueden sufrir de linfedema, una acumulación de fluidos que causa una hinchazón dolorosa y poco estética en los brazos y las manos. Para evitarlo, los médicos recomendaban a las mujeres que evitaran utilizar el brazo afectado, cargar bebés o bolsas pesadas y fregar pisos.
Las actividades como el golf y el tenis también eran poco recomendadas. Levantar pesas, que mejora el ánimo, la masa muscular, la fuerza en los huesos y el control de peso, era considerado poco recomendable para las mujeres con tendencia al linfedema. Schmitz realizó un estudio pequeño para poner a prueba esa noción hace varios años y descubrió que levantar pesas no empeoraba el linfedema. Su nuevo estudio es el primero de gran escala y suficientemente largo para dar una prueba clara de que esto es así, e incluso sugiere que este deporte puede ser de ayuda. Su estudio involucró a 141 mujeres que padecieron cáncer de mama y habían tenido linfedema.
A la mitad se les indicó que no cambiaran sus hábitos de ejercicio y al resto les dieron clases de levantamiento de pesas por 90 minutos dos veces a la semana, durante 13 semanas. Las mujeres continuaron después el entrenamiento por su cuenta durante 39 semanas. Cada mes se les medían los brazos y después de un año un menor número de las que se ejercitaban habían tenido incidentes de linfedema: 14% en comparación con el 29% de las otras. Las mujeres que levantaban pesas reportaban menos síntomas y tenían una mayor fuerza, mientras que los niveles de variación en el tamaño de los brazos por la hinchazón eran similares en ambos grupos.