El Instituto de Medicina de Estados Unidos pidió a las autoridades establecer normas para el uso de sal en los alimentos procesados con el fin de reducir el consumo de sodio entre los estadounidenses.
En un comunicado, el instituto, que es la división encargada de asuntos de salud de la Academia Nacional de las Ciencias, señaló que la medida ayudaría a reducir de manera gradual problemas como la hipertensión, los derrames cerebrales y otros trastornos de salud vinculados al consumo excesivo de sodio.
La solicitud fue planteada a la Administración de Alimentos y Fármacos, el organismo federal que regula la venta y consumo de alimentos y medicinas en el país.
"Conocemos desde hace más de 40 años la relación entre el sodio y el desarrollo de la hipertensión y otros problemas de salud, pero no hemos logrado reducir la sal de nuestra dieta", señaló Jane Hennedy, miembro del Instituto y profesora de medicina del Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati.
Fuentes de la FDA citadas por la cadena de televisión CNN indicaron que han iniciado el estudio del problema pero hasta ahora no se ha tomado ninguna decisión.
"El consumo medio de sodio es varias veces lo que el cuerpo requiere y sus efectos a largo plazo son graves", señaló una declaración de la FDA.
Añadió que en las próximas semanas se analizarán las recomendaciones del instituto y se analizará el tema con las empresas productoras de alimentos procesados.
El Departamento de Salud de Estados Unidos recomienda que un adulto limite su consumo de sal a 2,300 miligramos al día. Sin embargo, si una persona tiene alta presión, ese consumo no debería superar los 1,500 mg diarios.
Según un informe difundido el mes pasado por la Universidad de Stanford (California), el consumo medio de los estadounidenses es de alrededor de 3,900 miligramos diarios.
De acuerdo con científicos de esa universidad, si se logra reducir el consumo de sodio en un 9.5%, se evitaría casi medio millón de ataques cardiacos y derrames cerebrales lo que supone un ahorro de 32.000 millones de dólares en gastos médicos.