Anteriormente, se ha señalado que no existen alimentos malos, sino que es su hábito en la ingesta y los desbalances en su consumo lo que los convierten en perjudiciales. Esto nos lleva también a suponer que muchas veces un alimento pueda terminar convirtiéndose en el enemigo número uno de una persona, si es que no tenemos clara la manera en que nos puede afectar.
Sin embargo, todo no es tan dramático, pues sabemos de muchos antojos que pueden ser satisfechos debido a sus bajos contenidos calóricos, haciendo posible que no vivamos en un constante vía crucis.
Las frutas frescas cortadas en rodajas a las que se le puede añadir una crema batida light es una excelente manera de satisfacernos muy gratamente, sin el riesgo de llegar a producirnos sobrepeso, pues sus calorías no llegan a 90, siempre y cuando se tome solamente media taza de ellas y unas cuatro cucharadas de crema.
El yogurt sin grasa es otro ejemplo de un alimento sano y nutritivo, y que además no aporta grandes calorías a nuestro organismo, el mismo que puede ser consumido helado y cremosoaportando tan sólo unas 100 calorías, si se consume hasta una medida de tres onzas.
Un alimento de gran fuente de hierro y proteína es el huevo, el mismo que puedes consumirlo duro o cocido, y que sólo tiene alrededor de 80 calorías, perfecto para una media tarde en la que nos da hambre.
También puedes consumir hasta tres tazas de palomitas de maíz ya preparadas, pues por un lado tienen la fibra necesaria que día a día necesitas, pero además son bajas en calorías con cantidades que bordean las 90.
Algunos otros datos sueltos para gozar de tus pequeños antojos sin que éstos se conviertan en grandes fuentes de calorías, son las cerezas (una taza = 95 calorías), mantequilla de maní(medio pan con una cucharadita = 95 calorías), almendras (10 unidades = 100 calorías),chocolates Hershey’s Kisses (3 unidades = 100 calorías).
Con estos datos ya no tienes excusas para quejarte, pero intenta no convertirlo en un hábito ni excederte en las cantidades.
