Todos aquellos alimentos que existen para nuestro consumo y que pertenecen al espectro de colores conformado por el amarillo y el anaranjado vienen de muchas y distintas familias, sin embargo, todos ellos poseen características y beneficios similares a la hora que son consumidos por cada uno de nosotros.
Por ejemplo, existe un gran antioxidante llamado antoxantina que lo podemos encontrar en muchos de los vegetales de color amarillo que comemos regularmente, como la patata.
En frutas de color amarillo, como la piña, encontramos la bromelina que nos proporciona protección para el páncreas, ya que lo depura y evita su inflamación, además claro de poseer grandes cantidades de manganeso y vitamina C.
También podemos encontrar carotenoides para nuestra vista, sobre todo en las frutas de color amarillo verdoso, mientras que los betacarotenos los hallamos preferentemente en aquellos alimentos con colores intensos que tienen tonos naranja amarillentos, los cuales nos protegen de los efectos nocivos del sol en la piel, refuerzan nuestras defensas y nuestra visión.
Algunas frutas con estos colores son los limones, la naranja, la piña, la mandarina, los nísperos, el mango, el melocotón, entre otros; mientras que entre las verduras u hortalizas con estas tendencias de colores tenemos al maíz, la zanahoria, la calabaza y el pimiento amarillo.
Otros alimentos que podemos clasificar entre este grupo benéfico por su color son los huevos, el queso, las pastas y algunos mariscos, los que consumidos con regularidad nos favorecerán con sus grandes beneficios y permitirán que tengamos una vida con menos riesgos.
Otras de las grandes ventajas de los alimentos con estos colores es que ayudan a reducir el riesgo de malformaciones fetales en las mujeres embarazadas, así como a protegernos de algunos tipos de cáncer, sobre todo en la piel.