Con el transcurrir del tiempo, el metabolismo de las personas se hace cada vez más lento, con lo que todas las funciones del organismo se tornan más lentas y menos eficientes. Esto lleva, lógicamente, a que los cuerpos sufran cambios de toda índole a medida que van aumentando su edad.
Con un bajo y lento funcionamiento del metabolismo se hará siempre más difícil bajar de peso o mantenerse en el indicado; además, recordemos que, a medida que nos hacemos más viejos, las costumbres cambian y nos volvemos menos activos, con lo que estaremos disminuyendo la posibilidad de quemar las calorías en exceso de nuestros cuerpos.
El comer menos no es necesariamente una solución para mantenerse delgado en la edad madura, debido principalmente a que tampoco podemos dejar de darle nutrientes y energía a nuestros necesitados organismos.
Recordemos que con el paso de los años la masa muscular disminuye, por lo tanto, las calorías que antes eran quemadas por los músculos van a quedar sobrando en el cuerpo convirtiéndose en grasa que se acumula en la barriga y en otras partes de nosotros.
Tal como lo demuestran las cifras, son las mujeres las que, con la edad, padecen mayormente de este problema de acumulación de grasas, lo que lleva al agrandamiento de las caderas y la cintura, por ejemplo.
La solución, en realidad, es bastante simple, pero se torna difícil toda vez que significa cambiar los hábitos que nos han acompañado por casi cuarenta años de vida, es decir, que a partir de los cuarenta es necesario reducir la cantidad de calorías que ingerimos con las comidas, pero también es indispensable que desarrollemos actividades o rutinas que nos den el ejercicio necesario para quemar los excesos en la alimentación.