En muchas ocasiones hemos visto que los atletas o deportistas aplican cantidades de hielosobre algunas zonas de sus cuerpos que, al parecer, han sido expuestos a un duro trabajo o esfuerzo.
A primera vista imaginamos que el hielo puede tener un efecto refrescante en ellos, sobre todo por el calor que deben estar sintiendo en esos momentos de tanta exigencia; sin embargo, este elemento tiene propiedades que van mucho más allá del mero alivio del calor.
Los grandes efectos fisiológicos que proporciona el hielo es aprovechado por todos aquellos que sufren contracturas, golpes o simplemente porque tienen un cansancio extremo en sus músculos, ya que con su aplicación se puede conseguir la desinflamación y recuperación rápida del cuerpo.
Cuando nos esforzamos en este tipo de exigentes rutinas, lo que estamos haciendo es que lasfibras musculares entren en constante actividad y tensión, por lo que la temperatura del cuerpo aumenta.
Al aplicar el hielo, lo que se produce exactamente es una reacción del cuerpo ante este elemento generando más calor aún en él, con lo que el torrente sanguíneo se incrementa llevando sustancias nutrientes a la zona del cuerpo afectada por el trabajo y ayudando a que se eliminen los desechos orgánicos o metabolitos.
Lo que especialmente conseguimos es eliminar el ácido láctico que es el causante del dolor y el que hace imposible que nos podamos mover correctamente al día siguiente.
Con esta explicación entendemos por qué algunos deportistas tienen la costumbre de sumergirse en bañeras con agua muy helada para conseguir una recuperación más rápida de sus cuerpos, logrando la desinflamación de los músculos y la eliminación de posibles coágulos que se pudieran haber formado.
Tener en cuenta que cualquiera de estas acciones a tomar siempre deberá tener la asesoría de un especialista.
